domingo, 8 de mayo de 2011


A veces, sencillamente dan ganas de gritarle al mundo que tú no eres rara.
Sino que ellos, son comunes.
De coger un bate y salir a tomar venganza de... bueno, de cualquier cosa que se te ocurra.
De bailar la macarena en el escritorio de la directora.
De partirle su horrenda cara a la madre de tu mejor amiga.
De gritarle al niño gay que te gusta qué estás enamorada de él.
De cantar "Na na na" en vez de "La quemona" en tu salón de clases sin que nadie te meta un papel en la boca, por así decirlo.
De ver gore en tu celular sin que nadie a tu alrededor vomite.
De llorar, de reír, de saltar de un quinto piso a ver si te fracturás un hueso.

Desgraciadamente, expresarse parece ser un delito en la sociedad moderna.


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